El 1º de mayo se instituyó como Día Internacional del Trabajador en conmemoración de la sangrienta represión que sufrieran los obreros de la fábrica McCormick, durante varios días de abril y mayo de 1886, en la ciudad de Chicago.
El día 1º de mayo la protesta que se llevaba a cabo en la puerta de la fábrica pidiendo la reducción de la jornada laboral fue acallada a balazos por fuerzas represoras, que causaron numerosos muertos y heridos.
Los reclamos obreros y la violencia represiva continuó y resultó en heridos de gravedad y muerte.
La repercusión mundial de estos hechos provocó una oleada de indignación que obró como factor aglutinante de fuerzas dispersas que combatían por los mismos ideales que aquellos trabajadores estadounidenses.
Treinta y tres años después, en 1919, la primera conferencia de la OIT, que acababa de ser constituida, proponía la adopción universal de la jornada de ocho horas y la semana de 48 horas. Tras un largo debate, la moción fue finalmente aprobada.
Pero no se debe pensar en el Trabajo sólo desde su aspecto jurídico. Trabajar es una forma de construir identidad, desde el punto de vista psico-social; aportar, crecer, aprender y enseñar. Así, algunos roles sociales, los oficios y profesiones, las pasadas y las actuales, han sido y son primordiales para vivir en comunidad.
Esperamos que este Día del Trabajador nos encuentre reflexionando y valorando el esfuerzo que realizan a diario las personas de nuestro entorno.
Equipo de Conducción
INSTITUTO REPÚBLICA ARGENTINA