Jardines y familias: reflexiones en tiempos de pandemia

 

Jardines y familias: reflexiones en tiempos de pandemia

 

 

 

Atravesamos una etapa diferente. Un nuevo tiempo en el que es preciso diseñar en el contexto de las diversidades múltiples que constituyen el Nivel Inicial con jardines de infantes que forman parte de unidades educativas con matrículas que cambian mes a mes.

 

Debemos poner el foco en una temática fundamental: la relación de los jardines con las familias. Sabemos de la centralidad que asume el vínculo con las organizaciones familiares en la posibilidad de la escuela de llevar adelante su propuesta formativa de un modo contextuado y enriquecido. Este lazo cobra una dimensión aún mayor cuando nos referimos a la educación inicial debido a la edad de las y los pequeños y, fundamentalmente, porque el jardín es para la mayoría de las niñas y los niños la primera experiencia en una institución pública diferente del ámbito doméstico.

 

En el período de inicio 2021 muchas niñas y niños junto con sus familias retornaron a ámbitos escolares ya conocidos pero que a la vez presentaban características muy diferentes en cuanto al espacio, la organización de los tiempos, de los materiales, etc. Mientras que otros grupos familiares se integraban a las instituciones por primera vez. El 2020 claramente no fue un año perdido en las relaciones entre familias y jardines. Por un lado, tuvo lugar un conocimiento inédito y sin velos acerca de cómo vivían las niñas, los niños y sus familias, de sus posibilidades y también de sus necesidades. Por otro lado, los grupos familiares tuvieron oportunidad de conocer de un modo más directo la propuesta educativa que ofrecía el jardín y advertir que no era sencillo reemplazarla en los hogares en la etapa de cuarentena.

 

Estos reconocimientos mutuos trajeron consigo una valoración mayor.    

Informar acerca de un encuadre, de ciertas normas y pautas claras fue un eje central de la comunicación, pero siempre en el marco de una situación cambiante e imprevisible, como la actual, que plantea una necesaria y constante flexibilidad. En este escenario, es importante compartir con las familias que a cada paso se va a ir analizando, evaluando y modificando aquello que resultara oportuno para el mejor funcionamiento del jardín y el cuidado de familias, niñas y niños.

Para seguir construyendo y fortaleciendo los lazos entre jardines y familias que sin duda constituyen la base en la cual se asienta todo proceso de enseñanza y de aprendizaje de las niñas y los niños en el nivel inicial, tendremos en cuenta:   

• Multiplicar y diversificar la comunicación entre jardines y familias para que cada forma de comunicación resulte pertinente para ciertos fines, seleccionando la más adecuada de acuerdo al propósito que se persigue. 
• Plantear el sentido de las diferentes instancias de comunicación enmarcado siempre en la necesidad de sostener las trayectorias educativas de las niñas y niños, revalorizando sus avances y sus cada vez más ricas posibilidades.
• Comunicar de forma constante brindando espacios para escuchar las expectativas de las familias, sus temores, dudas, problemas y preguntar las opiniones e ideas acerca de diferentes cuestiones favoreciendo la construcción de un proceso cada vez más participativo. 
• Observar constantemente y de forma compartida, alentando a la evaluación permanente y a la posibilidad de “ir modificando” sobre la marcha en estos contextos tan inéditos. 
• Muy especialmente, elaborar modos a través de los cuales seguir haciendo pública la propuesta educativa que el jardín construye para las alumnas y alumnos en tanto y en cuanto constituyen una obligación del sistema educativo y un derecho de las familias. 
• La experiencia transitada señala que es preciso situar y comprender los vínculos entre jardines y familias en el complejo entramado de relaciones sociales que le dan sentido. La coyuntura de este escenario tan difícil e inédito de pandemia brinda la  oportunidad de analizar ciertas situaciones y construir saberes que nos invitan a revisar aquello que muchas veces hace obstáculo en el lazo de los jardines con las familias.

Estas reflexiones permiten vislumbrar las maneras en que estos vínculos pueden ser transformados de modo que familias y jardines continúen acompañándose y enriqueciéndose mutuamente en la tarea de educar a las nuevas generaciones.

Bibliografía:

De la “Circular N° 6”

DIRECCIÓN PROVINCIAL DE EDUCACIÓN INICIAL

Mayo 2021