Todos los 2 de abril se recuerdan a los 649 soldados argentinos que murieron en las islas, a todos los veteranos que combatieron y a los caídos durante la posguerra, que superan a los de las islas. Para muchos volver a sus casas fue incluso más duro que la guerra misma, sobre todo en los primeros periodos.
Tras el reclamo por ejercicio de la plena soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos correspondientes, podemos fortalecer la construcción de la memoria colectiva, junto con el recuerdo y el merecido homenaje a los caídos, las veteranas y los veteranos de la guerra de Malvinas y sus familiares, propiciando el conocimiento de los argumentos en que se fundamenta el reclamo del ejercicio pleno de la soberanía en las islas y los espacios marítimos correspondientes.
Tomemos esa fecha como un día de reflexión y de memoria, para recordar a los caídos en combate y a los veteranos, pero en un marco de democracia. No es un día para reinvindicar la decisión de ir a la guerra, sino para hacer memoria de lo que pasó y cuándo pasó y para elaborar cómo hacer las cosas de otro modo.